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El verdadero Jack Dawson

Saludos de nuevo. Ya sé que no acostumbro a subir nada en este blog que no sean cuentos o escritos fruto de mis reflexiones internas, pero hoy he querido publicar una historia real que durante este verano abstrajo mi mente. Confieso ser una gran entusiasta del Titanic, tanto de la película, que es mi favorita, como de las historias verídicas que encierra bajo su oxidada cubierta de metal.
Un buen día de estos en que las horas parecen transcurrir en años, estaba pasando canales sin apenas prestar atención a lo que aparecía en la pantalla y entonces vi este documental. Me resultó bastante interesante, así que me levanté del sofá y comencé a investigar. Encontré una página en inglés en la que contaba toda la historia y, dicho sea de paso, con bastante ayuda por parte de mi hermana, la traduje y elaboré la pequeña historia que os dejo aquí abajo. Espero que os guste y, como siempre, que disfrutéis tanto leyéndola como yo escribiéndola.
Un abrazo
Irene


En el cementerio Fairview Lawn de Nueva Escocia, hay una modesta tumba que lleva el número 227 y la inscripción concisa de un nombre: "J.Dawson". Durante años fue solo otro nombre, otra lápida, otra nota más que recordaba aquel amargo 14 de Abril de 1912, hasta que el éxito de James Cameron en la taquilla cinematográfica de 1997 impulsó la catástrofe del Titanic de nuevo a la vanguardia de la conciencia pública. Jack Dawson se convirtió en el ídolo de miles de jóvenes que convirtieron la lápida en un centro de congregación para las emociones adolescentes.

Tumba de Nueva Escocia

Pero, ¿quién era realmente J.Dawson?
Ni era un vagabundo, ni se enamoró de una mujer de primera clase ni se llamaba Jack. Su nombre era Joseph Dawson, y trabajaba para la compañía White Star en las calderas del gran transatlántico. Era un joven de 23 años de edad procedente de Dublín, Irlanda.
La familia Dawson aparece inscrita por primera vez en el censo irlandés en 1901. 

Registro irlandés de 1901

Su padre, Patrick Dawson, aparece como un carpintero de 44 años. Kate Dawson, un año menor, figura como su esposa, aunque su matrimonio no fue expedido nunca. Y, por último, su hermana Maggie Dawson, de 8 años de edad, y Joseph, de 12.
La familia debía de conformarse con solo dos habitaciones para vivir, aunque estaban entre los afortunados, pues otra familia de nueve miembros que vivía en el mismo bloque que ellos tenía que conformarse con una sola habitación.
La madre murió de cáncer de mama y su marido Patrick pidió ayuda a su familia para poder proporcionar a sus hijos Maggie y Joseph una vida más cómoda.
Fue su tío P.Tom se ofreció a proporcionarles alojamiento a sus dos sobrinos, y así, Joseph y Maggie Dawson tomaron un barco que les llevaría a Gran Bretaña como a tantos otros emigrantes irlandeses.
Maggie entró a trabajar en el servicio y a Joseph le alistaron en el ejército británico en Real Cuerpo Médico y le destinaron en el hospital militar de Netley, a tres millas de Southampton, donde ya empezó a forjarse su interés por el Titanic.
Unos años después, pidió un permiso temporal para ir a Southampton a ver el gran trasatlántico. Allí conoció a un "bombero de barco", (que eran los que trabajaban en las calderas con el carbón que alimentaba a las máquinas) Jonh Priest, conociendo también a su atractiva hermana Nellie, a la cual empezó a cortejar. Fue precisamente Jonh Priest quien le habló sobre los grandes trasatlánticos que prometían un buen sueldo para aquellos sin miedo a trabajar duro. Joseph abandonó el ejército y se fue a vivir a casa de Jonh, en el número 17 de Briton Street.
Cuando se apuntaron en las listas para enrolarse en el Titanic debieron de oír mal la dirección, probablemente por el acento irlandés de Joseph, pues escribieron 70 (seventy) en lugar de 17 (seventeen) de ahí la confusión al relacionarle con Jonh, pues se creyó que era su vecino.
Jonh Priest sobrevivió al desastre, pero Joseph no tuvo tanta suerte. Murió congelado y sin poder volver a reunirse con su amada Nellie. En el Southampton Pictorial escribieron: "La señora Priest recuperó a su hijo, pero sus dos hijas perdieron a sus enamorados."

Y esta es otra de las innumerables pequeñas historias del Titanic. Ahora sabéis que existió un Joseph Dawson, un carpintero, un trabador de las calderas del Titanic y un amante que ahora descansa bajo la verde hierba del cementerio en Nueva Escocia. 
Joseph Dawson

Comentarios

  1. AMO EL TITANIC POR AMOR A DIOOOOOOOOOOOOOOS LO ADORO. Pero quien fue rose?

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  2. El TITANIC expresa un sentimiento inolvidable, un sentimiento difícil de comprender y al mismo tiempo difícil de expresar, la persona que conoce su historia tuvo la dicha conocer una gran refleccion hacerca de esta hermosa historia, para algunos mas que una historia es una enseñanza inmensa que dejan estas personas,cada persona tiene su punto de visto, tiene su criterio; en mi casa me ha dejado una enseñanza estupenda que nunca la olvidare si he aprendido algo de la gente esque no todo es fácil en la vida como uno lo cree....


    EL TITANIC ES UN INCREIBLE HISTORIA UNICA!!!

    ResponderEliminar
  3. El titanic alberga una historia realmente triste, me da nostalgia, cada vez que investigo más acerca de su tragedia y sus pasajeros, los supervivientes, y entre otras cosas. Es un pecio que siempre será recordado...

    ResponderEliminar

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