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El collar de perlas


Muy buenas!!
Después de una temporada teniendo esto abandonado, os dejo un pequeño cuento que he hecho para clase siguiendo las funciones de Propp (para los curiosos, os dejo este enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Vlad%C3%ADmir_Propp)
Un saludo y, como siempre, espero que disfruteis al leerlo tanto o más que yo al escribirlo.
Irene
Sucedió una vez en un pequeño pueblo que en una humilde casita vivía un matrimonio con su hija. Ésta era una niña muy curiosa, y sus padres la permitían investigar cualquier rincón del pueblo salvo el señorial bosque que lo custodiaba.

Quiso la casualidad que un día el hombre y la mujer se hallaran fuera de casa, y la pequeña aprovechó para inspeccionar el joyero de su madre. Encontró en él un collar de perlas y tan hermoso le pareció que se lo puso fingiendo ser una princesa.
- ¿Qué lugar es mejor para correr una aventura?- se preguntó.
Y se le ocurrió el bosque. A fin de cuentas nunca había visto moverse a los árboles, ¿qué daño podían hacerle? Fue allí pues muy contenta, y jugando junto a un álamo se hallaba cuando vio posada sobre una rama una urraca que sin previo aviso se abalanzó sobre ella y de un tirón le arrancó el collar.

La niña desconsolada comenzó a correr tras ella, y no había llegado al corazón del bosque cuando divisó entre la maleza una casita de madera. Al aterrizar allí, la urraca se transformó en una bruja que admiraba extasiada su tesoro, y lo colocó en pila de objetos brillantes.
- Esperaré hasta que se duerma y entonces recuperaré el collar- se dijo a sí misma.
Pero el tiempo transcurría sin que esto sucediera y la chiquilla ya empezaba a cansarse de estar sentada entre los arbustos, cuando una idea brillante emergió en su mente. Muy astutamente, comenzó a silbar la melodía de una nana y los pajarillos, que llevaban un rato observando la escena, la acompañaron hasta que los propios árboles parecían cantar al unísono. La bruja, aunque al principio se sorprendió, poco a poco fue sucumbiendo y, al primer ronquido, la niña pescó el collar y echó a correr de vuelta a casa.

Aunque la madre la reprendió por llevarse el collar, nadie sospechó de su aventura. Desde ese día la muchachita se prometió que jamás volvería al bosque, y así lo cumplió.

FIN


Irene, 2013.


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