Quiero que me vistas de
amaneceres y de desayunos en la cama, de palabras sinceras y verdades
abrasadoras. Que me arropes con tus brazos y me digas que todo saldrá bien; que
aunque este mundo se hunda, nosotros no hemos olvidado cómo alzar el vuelo.
Quiero que sepas que si el día es
frío, yo seré tu fuego; y en los días oscuros un faro te encenderé con la
estrella que una vez robamos al cielo.
Irene, 2017.
¡Hola! ¡Qué bonito y profundo relato! Me encanta de ser todo lo que al otro le haga falta.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Muchas gracias! Este es uno de los más personales que he escrito en este año, ¡me alegro de que lo hayas disfrutado! ^^
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